Hoy toca recordar a Pete Seeger. Fue uno de esos artistas que nunca separaron su actividad musical de su activismo social y político.
My blue is good, the color of the sky
The stars are good for ideals, oh, so high
Seven stripes of red are strong to meet all danger
But those white stripes, they need some changing
Peter Seeger en 2013 cantando el «himno» This Land Is Your Land, de Woodie Guthrie, junto a Neil Young, Willie Nelson, Dave Matthews y John Mellencamp.
Antes de dedicarse a la música, Seeger estudió periodismo en Harvard, donde fundó un periodico de corte comunista. Pero pronto dejó los estudios para dedicarse de lleno a la música, ser hijo de un musicólogo y de una violinista seguramente tuvo algo que ver. Lo que nunca abandonó fueron sus ideas y sus ganas de expresarlas. En marzo de 1940, en un concierto benéfico por los trabajadores inmigrantes, Seeger conoció a Woody Guthrie. Ambos pusieron en común su necesidad de transformar la realidad social a través del folk, al que añadieron nuevas texturas y una vena muy combativa en el grupo Almanac Singers.
Junto con Lee Hays, ex-miembro de los Almanac Singers, formó The Weavers, banda con la que consiguieron un gran reconocimiento nacional con canciones como Kisses Sweeter Than Wine o So Long
Años mas tarde fue perseguido por las autoridades norteamericanas por sus ideas políticas y su antigua pertenencia al Partido Comunista, en el que ingresó en 1942. El músico había sido director de la organización People’s Songs, que tenía el objetivo de difundir música popular y canciones a favor de la solidaridad obrera. Con la excusa de formar parte de esta organización, tuvo que pasar por los interrogatorios del comité del Senado, de marcado carácter conservador, durante la famosa caza de brujas llamada “Comité de Asuntos Antiamericanos” para detener a sospechosos de ser agentes soviéticos a mediados de los cincuenta. Seeger se negó a declarar, acogiéndose a la primera enmienda de la Constitución. Fue sentenciado a un año de prisión en 1961.
Seeger nos dejó el 27 de Enero de 2014. Pero lo que nunca nos dejará será su música y su implicación por los derechos de los trabajadores.